La Psicología y yo

Aún recuerdo aquella profesora que impartiendo sus clases de Filosofía me descubrió la Psicología, unas cuantas sesiones con pequeñas pinceladas que estaban incluidas en el currículo de aquel curso.

No sé si sería su manera de enseñar, o lo que yo percibí en esas clases, pero supuso un punto de inflexión en lo que quería hacer con mi futuro. Abandoné las Ciencias y la idea ahora en mi mente descabellada de hacer Físicas; y me decidí por estudiar Psicología.

Estudiar Psicología

Bueno, esto fue un golpe en mi entorno, la gente que me rodeaba no lo entendía muy bien, ¿por qué?, ¿si puedes estudiar cualquier otra cosa?, ¿estás segura? ¿y eso qué salidas tiene? ¿para qué sirve?…,y la frase que más he escuchado desde entonces y que me sigue doliendo cada vez que me la dicen :”Yo no creo en los psicólogos”.

La verdad es que no encontré muchos apoyos, a excepción de mis padres, que siempre han estado ahí, me han apoyado y confiado a ciegas en mi y en todas mis decisiones.

Pero yo estaba decidida, me daba igual las salidas que tuviera, lo poco “práctico” que fuera a ojos de muchos de los que me rodeaban, lo que yo quería era hacer algo que realmente me gustara y emocionara y estaba segura de que esas sensaciones las encontraría siendo Psicóloga.

Disfrute cada minuto en la facultad, aprendiendo tantas cosas sobre la conducta humana, por qué nos comportamos de determinada forma , qué nos lleva a sufrir sin necesidad, por qué un mismo acontecimiento nunca es igual para dos personas… Descubrí la “complejidad del ser humano”, frase hecha que todo hemos utilizado a lo largo de nuestra vida, pero que allí se demuestra en cada clase, en cada asignatura…

La Psicología, una ciencia aún joven con un potencial increíble y que trata de describir, explicar , predecir y modificar nada menos que la conducta humana. Wow¡¡¡¡ que difícil.

Allí me di cuenta que esto no iban a ser cinco años de carrera y nada más, esto exigía de una puesta al día constante, de seguir evolucionando a la vez que lo hace la Psicología.

Lo cierto es que en estos años que han pasado desde que yo comencé mi andadura en la facultad de Psicología, esta ciencia ha ido creciendo y cambiando, y también ha ido cambiando el concepto que las personas en la calle tienen de ella; hoy ya no pensamos que todo aquel que va al psicólogo está loco, que eso no es para mi y que yo no necesito pagar para contarle mis problemas a alguien.

Ser Psicóloga

El acudir al Psicólogo se ha normalizado en nuestra sociedad y lo vemos día a día. Muchos de nosotros hemos pasado por la consulta de un Psicólogo cuando nos hemos encontrado frente a un problema que no éramos capaces de resolver por nosotros mismos, y además se lo contamos a nuestros amigos, nos atrevemos a hablar de ello y no es algo de lo que nos avergoncemos y tengamos que esconder.

Pedir ayuda es el primer paso para reconocer que el problema existe y por tanto para resolverlo.

Los psicólogos debemos ser flexibles y adaptables, con un profundo respeto por el ser humano y con interés por contribuir a la mejora de la vida de otras personas, mostrando solidaridad con las personas que sufren, que luchan por alcanzar sus metas, que se caen y se levantan, y lo vuelven a intentar.

Debemos tener un continuo interés por seguir aprendiendo sobre la conducta humana, ser curiosos, innovadores, incorporar a nuestro trabajo nuevas técnicas y estrategias, mejorando día a día para poder aportar a nuestros pacientes las mejores soluciones a sus problemas.

Tenemos delante un nuevo reto cada día, con cada paciente que llega, alguien que deposita su confianza en nosotros y tenemos que ser capaces de responder a esa confianza y dar lo mejor de nosotros mismos, y eso es lo realmente emocionante de está profesión: poder mejorar la calidad de vida de las personas, contribuir a su bienestar, a que sean un poquito más felices….

Hoy empiezo este blog para hablar de Psicología y compartir mi pasión con vosotros.

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Victoria Martín

Soy Psicóloga General Sanitaria licenciada en la Universidad Autónoma de Madrid, colegiada M-24.309 y Master en Terapia Cognitivo-Conductual. Experiencia en la evaluación, diagnóstico e intervención de problemas psicológicos en adultos, niños, adolescentes y parejas. Especializada en tratamiento de la obesidad y sobrepeso.

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